jueves, 13 de abril de 2017

MADRUGADA DEL VIERNES AL SÁBADO. ESTACIÓN DE PENITENCIA BARRIO DE LA PAZ

 Sábado Santo A las 00'00 horas, la COFRADÍA DEL CALVARIO, desde la Iglesia de la Parroquia de la Paz, partirá en estación de Penitencia.

Esta cofradía fue fundada en 1976, llegando a ser la más numerosa, no salió en el año 2015 por falta de cofrades, pero gracias a un grupo de jóvenes vuelve a salir en el año 2016.

Con sede Canónica en la Parroquia de Nuestra Señora de La Paz, esta Cofradía procesionará por las calles de los Barrios de la Paz y la Constancia en la noche del Viernes al Sábado Santo.

Los cofrades visten hábito franciscano marrón con capucha, ceñido con cíngulo de esparto. La banda sonora de la Estación de Penitencia, son los rezos de los propios cofrades. El único paso que procesiona, representa al monte Calvario, coronado por tres Cruces Vacías, a cuyos pies encontramos a la muerte vencida.

Efectuará el siguiente recorrido: Salida de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz, Calle Quintín Esquembre, Calle Revoltosa, Calle Puñao de Rosas, Calle Celada, Calle Tambor de Granaderos, Avda. Constitución, Calle Vicente Aleixandre, Calle Pedro de Salinas, Plaza Mercado, Calle Jorge Guillen, Avenida Constitución, Calle Cardenal Cisneros, Calle Celada, Calle Quintín Esquembre, Entrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz.




CELEBRACIONES PARA VIERNES SANTO

Viernes Santo. A las 8'15 horas y desde la Iglesia Arcedianal de Santiago, partirá la imagen de NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD.


Ya suenan los tambores y trompetas, despierta la mañana y por estas calles de Villena se ve llorando a nuestra Madre Soledad, buscando a su hijo que lo van a crucificar.
Realizará el siguiente itinerario: Plaza de Santiago, Calle Capitán López Tarruella, Calle Trinidad, Calle Isabel La Católica, Calle Cánovas del Castillo, Plaza de Maestro Chanza, Calle Menéndez y Pelayo, Calle Cervantes, Avenida de la Constitución, Puerta Almansa.

A las 8'30 horas de la mañana comenzará la PROCESIÓN DEL ENCUENTRO, la imagen de NUESTRO PADRE JESÚS saldrá de la Iglesia Arcedianal de Santiago, todo majestuoso llevado a hombros por sus devotos portadores al encuentro con su madre, con el recorrido siguiente: Plaza de Santiago, Calle Capitán López Tarruella, Calle Trinidad, Calle Isabel La Católica, Calle Luciano López Ferrer, Calle Joaquín Mª López, Puerta Almansa.
Teniendo lugar el emotivo ENCUENTRO en la denominada "Puerta de Almansa" sobre las 9'30 horas como viene siendo habitual.

Una vez finalizado el mismo se retirarán los componentes de todas las cofradías, exceptuando la de Nuestro Padre Jesús que seguirá el siguiente itinerario: Calle Joaquín Mª López, Calle Corredera, Calle Maestro Caravaca, Calle Mayor, Iglesia de Santa María.
Y la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad efectuará el itinerario siguiente: Calle Ramón y Cajal, Plaza de Santiago, Iglesia Arcedianal de Santiago.

PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO
A las 20'00 horas desde la Iglesia Arcedianal de Santiago y por las distintas Cofradías y Hermandades, se iniciará la PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO con la participación de los siguientes pasos: NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, EL CRISTO DE LAS PENAS, NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS, EL SANTO ENTIERRO Y NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, la COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS saldrá portando la cruz y la corona simbólica, realizando el siguiente recorrido: Plaza de Santiago, Calle Ramón y Cajal, Calle Joaquín Mª López, Calle Luciano López Ferrer, Calle Trinidad, Cruce Calle Corredera, Calle Capitán López Tarruella, Plaza de Santiago.

La imagen del CRISTO DE LAS PENAS una vez llegue al cruce con Calle Corredera, seguirá por el siguiente recorrido: Corredera, Maestro Caravaca, Calle Mayor, Iglesia de Santa María.



Reflexión de D. Efrém Mira Pina. VIERNES SANTO

En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
+ –«¿A quién buscáis?»
C. Le contestaron:
S. –«A Jesús, el Nazareno.»
C. Les dijo Jesús:
+ –«Yo soy.»
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles «Yo soy» retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez:
+ –«¿A quién buscáis?»
C. Ellos dijeron:
S. –«A Jesús, el Nazareno.»
C. Jesús contestó:
+ –«Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar ando a éstos. »
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste. »
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ –«Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»
Llevaron a Jesús primero a Anás
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo.»
Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a Pedro:
S. –«¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?»
C. Él dijo:
S. –«No lo soy.»
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, por que hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose.
El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina.
Jesús le contestó:
+ –«Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado con-tinuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.»
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:
S. –«¿Así contestas al sumo sacerdote?»
C. Jesús respondió:
+ –«Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote.
¿No eres tú también de sus discípulos? No lo soy
C. Simón Pedro estaba en pie, calentándose, y le dijeron:
S. –«¿No eres tú también de sus discípulos?»
C. Él lo negó, diciendo:
S. –«No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le dijo:
S. –«¿No te he visto yo con él en el huerto?»
C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo.
Mi reino no es de este mundo
C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde estaban ellos, y dijo:
S. –«¿Qué acusación presentáis contra este hombre?»
C. Le contestaron:
S. –«Si éste no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.»
C. Pilato les dijo:
S. –«Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.»
C. Los judíos le dijeron:
S. –«No estamos autorizados para dar muerte a nadie.»
C. Y así se cumplió lo que habla dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir.
Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
S. –«¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Jesús le contestó:
+ –«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
C. Pilato replicó:
S. –«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
C. Jesús le contestó:
+ –«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
C. Pilato le dijo:
S. –«Conque, ¿tú eres rey?»
C. Jesús le contestó:
+ –«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
C. Pilato le dijo:
S. –«Y, ¿qué es la verdad?»
C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. –«Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Volvieron a gritar:
S. –«A ése no, a Barrabás.»
C. El tal Barrabás era un bandido.
¡Salve, rey de los judíos!
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían:
S. –«¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas.
Pilato salió otra vez afuera y les dijo:
S. –«Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:
S. –«Aquí lo tenéis.»
C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
S. –«¡Crucifícalo, crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. –«Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él.»
C. Los judíos le contestaron:
S. –«Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.»
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio, dijo a Jesús:
S. –«¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le dio respuesta.
Y Pilato le dijo:
S. –«¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?»
C. Jesús le contestó:
+ –«No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.»
¡Fuera, fuera; crucifícalo!
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. –«Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.»
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.
Y dijo Pilato a los judíos:
S. –«Aquí tenéis a vuestro rey.»
C. Ellos gritaron:
S. –«¡Fuera, fuera; crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. –«¿A vuestro rey voy a crucificar?»
C. Contestaron los sumos sacerdotes:
S. –«No tenemos más rey que al César.»
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran.
Lo crucificaron, y con él a otros dos
C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba morir, escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.»
Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego.
Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. –«No escribas “El rey de los judíos”, sino “Éste ha dicho: Soy el rey de los judíos”.»
C. Pilato les contestó:
S. –«Lo escrito, escrito está.»
Se repartieron mis ropas
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
S. –«No la rasguemos, sino echemos a suerte, a ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.»
Esto hicieron los soldados.
Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre
C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
+ –«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ –«Ahí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Está cumplido
C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:
+ –«Tengo sed.»
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una cana de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:
+ –«Está cumplido.»
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Y al punto salió sangre y agua
C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»
Vendaron todo el cuerpo de Jesús, con los aromas
C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mixtura de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Reflexión:
Jesús ha nacido y venido al mundo exactamente para esto: ser testigo de la verdad. Y su testimonio culmina en la fidelidad de quien sabe entregar libremente su vida por amor.
¡Esta cumplido¡ Cristo ha cumplido la misión para la que había venido al mundo . Ha comenzado ya el camino de glorificación que le devuelve victorioso a la casa del Padre. El misterio impresionante del amor de Cristo hasta la muerte, no nos puede dejar impasibles. Nos exige una respuesta. Ahora le toca continuar la tarea a su cuerpo, la Iglesia, que acaba de nacer de la sangre y del agua de su corazón traspasado y abierto para siempre, y, a la que ha dejado en manos de María, su madre, desde  hoy Madre de la Iglesia, Madre nuestra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y “ahí tienes a tu madre”
Con su fuerza, con su gracia, es la hora de la Iglesia, es nuestra hora. Es la hora de poner nuestros ojos en el crucificado y meditar, cuanto nos ha desvelado. Es la hora de expresarle nuestro agradecimiento por todo el amor derrochado por nosotros. Es la hora de decirle de corazón, que puede contar con nosotros para continuar su obra, para que su triunfo en la cruz sobre la mentira, el pecado y la muerte, siga aplicándose al mundo de hoy, y que con nuestra colaboración pueda llegar a los hombres, nuestros hermanos. Te alabamos, Señor, y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Buenos días.
Efrém Mira Pina
Viceconsiliario Nacional MCC España


UN PEQUEÑO PERO GRAN NAZARENO QUE PROMETE

Y desde muy pequeño. Así lo lleva, su madre Pilar al pequeño Daniel a las procesiones de Semana Santa. No llega al año, y como se pueden observar en las fotografías, está muy atento a todo lo se sucede a su alrededor. No cabe la menor duda, que de seguir así,  el futuro de su Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores y de la Semana de Pasión de Villena, está asegurada.

Su abuela, persona de exquisita confección, con tela, dedal e hilo en mano, le elaboró la túnica con la que procesiona muy orgulloso. Felicidades y adelante.