Así sucedió
un día,
del Año del
Centenario,
cuando la
puerta se abría,
de un gran
cielo imaginario.
En la altura
está María,
la Virgen
Auxiliadora,
que Villena
tanto implora,
haciendo que
el alma sonría,
cuando el
cuerpo sufre y llora.
Sobre una
nube en camino,
mirad que
irradia dulzura,
mirad su
rostro divino,
contemplad
el alma pura,
que alumbra
nuestro destino.
Desde los
cielos eternos,
nos mira
allá en los adentros,
viendo
nuestros sufrimientos,
intercediendo
por darnos,
consuelo en
esos momentos.
“ seguid,
contemplando el cuadro”
Mirad
también en sus brazos,
lleva al
Hacedor del mundo,
al que con
su “ FIAT “ rotundo,
se unió en
gran estrechos lazos,
con un amor
tan profundo.
Coronada
están sus sienes,
como Madre
de la Gloria,
como reina
de Victoria,
henchida de
parabienes,
ensalzando
su memoria.
Vestida de
azul y rosa,
como se
visten los mares,
como las
flores se pintan,
como en el
trono una Esposa,
como Madre
Virtuosa.
El cetro en
su diestra mano, vara mágica parece,
que al
mirarla resplandece,
otorgando a
cada humano,
favor que el
alma embellece.
Al fondo los
angelillos,
sonríen
guardando la imagen,
como
danzando orgullosos,
cuidando que
no se apaguen,
los luceros
luminosos.
Doce
Apóstoles adoran,
a la Madre
Auxiliadora,
en sus manos
ellos portan,
símbolos de
su martirio,
sus rostros
amor reflejan.
y en un
plano más cercano,
la figura de
Don Bosco,
con un
rostro emocionado,
más con la
alegría por dentro.
Con sus
brazos extendidos,
como Pastor acogiendo,
a jóvenes
sonriendo,
como en
abrazo fundidos,
la ilusión
retransmitiendo.
Enseñando a
bien vivir,
conviviendo
en amistad,
viviendo
para servir,
educando en
libertad.
A su lado
está su madre,
y cogido a
su sotana,
Domingo
Savio el amado,
irradiando
paz y calma.
le acompañan
salesianos,
en su tarea
ayudando
uno lleva
agua en sus manos,
el otro
enseña cantando.
Y entre gran
algarabía,
muchachos
acompañando,
de la
campiña al camino,
violín,
trompeta y tambor,
al paso todos cantando,
unidos por
el candor,
reflejando
su alegría.
Dos banderas
armonizan,
con una
Madre amorosa,
portando la
bella imagen,
y el Cáliz
de eterna gloria,
el azul de
su realeza,
amor y
pureza el rosa.
Todos ellos
coronando.
el Colegio
Salesiano,
como una
historia soñando,
Cien Años de
amor humano.
Gaspar Tomás
Mora- gastomo
noviembre-
2017