jueves, 27 de abril de 2017

Viernes de la 2ª Semana de Pascua. Reflexión por D. Efrém Mira Pina

Juan (6,1-15):

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.» Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.» Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.» Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.» Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Reflexión:
         Las enseñanzas de Jesús siempre suelen ser sencillas, pero el discurso del pan de vida no acaban de entenderlo sus contemporáneos.
En el milagro de los panes y los peces se nos muestra la compasión de Jesús para los que le escuchan y le siguen.  además de por su espíritu también se preocupa por sus necesidades físicas.
         La pregunta de Jesús a Felipe tiene la intención de ponerlo a prueba. porque la Iglesia y el mundo tiene necesidad de testigos convencidos, personas de fe que saben dar razón de su esperanza cuando se les pide. Jesús nos pone manos a la obra, ante las necesidades de nuestros hermanos, como a los discípulos que encontraron al muchacho que tenía los panes y los peces, con los que se obró el milagro. Milagro que está al alcance de nuestras manos si somos capaces de poner al servicio lo que somos y tenemos, como acabamos de ver.
         Pero no solo eso, Jesús sabe que “no sólo de pan vive el hombre”, pero no ignora que también necesita comer pan y otros alimentos. Por ello el final del evangelio es revelador. Viendo el milagro que había hecho Jesús, saciándolos de pan y pescado, le quieren proclamar Rey. Buscan un Rey milagrero que sacie sus necesidades materiales, como tantos hombres hoy. Jesús viene con una misión más alta, quiere ofrecer un pan distinto, su cuerpo y su sangre que contiene lo que más necesita el corazón humano y que salta hasta la vida eterna: su amor, su perdón, su luz, su vida entregada.  Jesús es un Rey especial.
         Ojala le imitemos en los dos aspectos.
Efrém Mira Pina
Viceconsiliario MCC España


La Peregrina 2017 que, aunque pasada por agua, no ha perdido su belleza e interés para miles de peregrinos

Nada nos dicen los evangelios sobre aquella piadosa mujer que, compadecida del sufrimiento de Jesús, le ofreció su velo para que limpiase su rostro ensangrentado, pero una ininterrumpida tradición ha llegado hasta nuestro tiempo, venerando las imágenes de aquel rostro que quedó grabado en las tres dobleces de aquel velo. Una se encuentra en Roma, otra en Jaén y la tercera, que es la que a nosotros nos ocupa, en el Monasterio de la Santa Faz de Alicante.
La reliquia permaneció en Jerusalén hasta el siglo VI, en el que empezaron las primeras invasiones musulmanas y los cristianos por miedo a que fuera profanada, juntamente con otras reliquias, la trasladaron a la isla de Chipre, donde permanecieron hasta el año 640, en el que fueron llevadas a Constantinopla, en busca de un lugar más seguro, siendo depositadas en la Iglesia de santa Sofía, donde el santo lienzo quedó expuesto al culto y veneración de los fieles.
El 29 de Mayo de 1453, siendo Emperador de Constantinopla Constantino XII, la ciudad fue tomada por los turcos y, según cuenta la tradición, los hijos del Emperador, huyeron a Roma, llevado consigo varias reliquias, entre ella la de la Santa Faz, que entregaron al Pontífice Nicolás V, que guardó el Santo Lienzo en su oratorio privado.









62 PEREGRINOS DE BOSTON HACEN ESCALA EN LA CIUDAD ACOMPAÑADOS POR EL SACERDOTE NATURAL DE VILLENA, D. CARLOS FLOR

Un grupo de 62 personas procedentes de Boston una de las ciudades más antiguas de EEUU, hicieron escala en la ciudad de Villena con motivo de la peregrinación que están llevando a cabo dirigida por el Padre D. Carlos Flor Tomás, natural de Villena.

Han pasado unos días en Lourdes y Fátima, ahora toca hacer un alto en la tierra que vio nacer a su párroco en Boston y natural de Villena, Carlos Flor. Visita obligada a los encantos de la ciudad, comida típica para cargar energías y celebración de la Eucaristía en el Santuario de Las Virtudes.

Antes de partir a EEUU, las visitas a lugares sagrados, finalizará en Caravaca de La Cruz para ganarne el Jubileo.

Desde Arciprestazgo Villena, saludamos al Padre D. Carlos Flor y le esperamos pronto.