Cada día es una buena oportunidad para pensar en un testamento.
Desde nuestro primer empleo hasta los años en los que ya tenemos la 
experiencia suficiente para gozar de una mejor posición económica, 
estamos motivados por la idea de forjar un capital que vaya abriéndonos 
caminos hacia la independencia financiera. 
Primero deseamos ser independientes de nuestros padres y después 
necesitamos un lugar para comenzar una familia. Cuando ya tenemos una 
familia y un hogar, viene la tarea de hacer frente a muchos gastos de la
 mejor manera posible, para que todos los miembros de ella disfruten de 
la vida al mismo tiempo que aprenden acerca del cuidado del dinero. 
Es cierto que el hecho de forjar un patrimonio representa un esfuerzo
 muy grande. Todos tenemos que sacrificarnos para alcanzar las metas que
 nos hemos propuesto.
Cuando hemos logrado construir un patrimonio, es el tiempo para hacer la siguiente reflexión:
Trabajamos toda una vida para dejar a nuestros seres queridos la 
mayor seguridad financiera posible, ahora es el momento de cuidarla con 
un testamento.
D. José Abellán Martínez, párrco de Nuestra Señora del Consuelo de Altea, nos ofrece una breve entrevista sobre este asunto.
 

