martes, 23 de mayo de 2017

100 AÑOS CON MARÍA AUXILIADORA. 24 DE MAYO

La historia de esta Iglesia de María Auxiliadora ha ido en paralelo con la historia del colegio de esta misma ciudad. Se fundó en 1917. La imagen de María Auxiliadora llegó con toda solemnidad en procesión desde la Parroquia de Santa María el 4 de mayo de 1918. Durante la guerra civil se destruyeron los altares, pero se salvó intacto el edificio.



Se siguen las fiestas del calendario escolar y del calendario litúrgico. Estamos abiertos a las fiestas de la ciudad.
Se distinguen las fiestas litúrgicas marianas, el día 24 de cada mes, la novena de la patrona de la ciudad en septiembre, la novena de la Inmaculada en diciembre. Las charlas cuaresmales y el Via Crucis en Cuaresma. La Vigilia Pascual, animada por el Centro Juvenil y los días festivos, la misa de los niños.Se destaca principalmente el mes de mayo, que llena por completo todos los días la Iglesia, con la ofrenda de flores del día 4 de mayo (conmemorando la llegada de la virgen en 1918) y la Fiesta de María Auxiliadora con su novena y triduo y con la procesión por las principales calles de la ciudad.

Estamos en contacto con las reuniones y actividades del Arciprestazgo y participamos en las campañas diocesanas, contribuyendo con Cáritas, Manos Unidas, Campaña del hambre...

Por la afluencia de fieles y lo reducido del espacio, algunas celebraciones son dobles: Miércoles de Ceniza y Día de Difuntos. Las Primeras Comuniones se realizan en cuatro turnos.


Se atiende, sobre todo para las parejas que lo solicitan, la pastoral matrimonial. Entre 30 y 40 parejas se casan en nuestra Iglesia. Muchos son antiguos alumnos del Colegio. 
Grupos pertenecientes
La Asociación de María Auxiliadora (ADMA). De forma especial a las parejas que solicitan casarse en esta Iglesia. Otros grupos los atiende directamente el colegio: primera comunión, confirmación, Hogares Don Bosco, Antiguos.


Ella lo ha hecho todo.
Esta frase la inmortalizó san Juan Bosco en vida, pues él palpó en carne propia la mano maternal de la ´Auxiliadora celestial´. Muchos podrán decir que la fe mueve montaña. Tienen razón, pero influye en quién tenemos fe y cómo ésta puede ir creciendo a medida que aprovechemos los medios que Dios nos va ofreciendo.


Auxiliadora de los cristianos, ayúdanos en nuestro peregrinar por este mundo, a enfrentarnos a nuestros temores ya que día con día este mundo se pone más agresivo. No tengamos miedo, acudamos a Ella, pues lo ha hecho todo por nosotros y lo hará en la medida en que estemos bajo su manto de Madre, pues es verdadero ´Auxilio de los cristianos´. 


 

Martes 6ª semana de Pascua. Reflexión de D. Efrém Mira Pina

Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»
 
Reflexión
Ante la noticia de la marcha de Jesús, los apóstoles se entristecen. Y Jesús intenta consolarles y animarles, y les da la razón: “os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré” El Espíritu Santo, una de las cosas que hará ver con claridad es el gran pecado del mundo, del cual Jesús se lamenta, que es: que muchos no han creído en Él. Después de haber realizado el gran don en favor de la humanidad, de enviarnos a su Hijo, que nos ha probado el gran amor de Dios hacia nosotros, mostrándonos al Padre, y el camino por donde llegar a Él, encontrando la vida, la felicidad… muchos le han rechazado, e incluso llevado a la muerte. Pidamos al Defensor, al Espíritu de Jesús, que nos deje caer este gran pecado, que aceptemos a Jesús como lo que es, nuestro gran Amigo y Salvador.
            
Después de la muerte de Jesús, El Espíritu ha tomado las riendas para abrir la inteligencia de los discípulos y hacerles comprender cuanto les dijo Jesús: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga Él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena”.
            
Esta es ahora nuestra misión: ser testigos de Jesús, gracias al Espíritu y según el Espíritu. Confiando en él, no en nosotros ni en nuestra fuerza y sabiduría; y abriéndonos a él, para que, a través de nosotros, él mismo inspire las palabras oportunas y los gestos pertinentes y eficaces que hagan creíble a Cristo, el Señor, especialmente con nuestra palabra y testimonio. Buenos días. 
 
Efrém Mira Pina.
Párroco de Santa María.
 
Iglesia de Santa María.