En el número
de mayo-junio último de la revista Guadalupe, revista del Real Monasterio de
Extremadura, se publica una página,la primera, dedicada a la virgen de las
Virtudes de Villena. La reproducimos
Nigra Sum*
La Morenica de Villena
Cerca de
Villena (Alicante) hay un santuario levantado en honor a esta Morenica que
llaman Virtudes -como aquella otra del monasterio de las Claras de Badajoz-, y
a la que hacen gran jolgorio de moros y cristianos, como gusta a todo el
Levante español. Huyendo de una pestilencia que se propagó en el año 1474 en
tierras del odiado marqués de Villena, la población acampó en la Fuente del
Chopo.
Al no cesar de estragarlos el mal, el gentío decidió sortearse un
abogado celestial. Depositaron en una cántara varias cartelas con nombres de
Vírgenes, santos y santas, pidiendo a un niño que sacara una papeleta. Y salió
en seguida la Virgen de las Virtudes, que nadie había escrito. Repetido el
gesto dos veces más, otras tan tas volvió a salir la advocación, interpretando que
Nuestra Señora quería ser invocada bajo ese título. Elegido el nombre,
diputaron a dos vecinos a que fuesen a diversas ciudades y villas para
adquirirla talla de su patrona (y sustituir a la de las Nieves, que lo era del
marquesado). Apenas habían salido, cuando vieron a dos jóvenes con un arca que
guardaba la imagen de la Virgen. Los mozos se la entregaron a los dos
villenenses, y, sin mediar palabra, desaparecieron. Fue entonces cuando
levantaron el santuario e hicieron dos votos, que cumplen cada año por marzo y
septiembre.
Aunque hay
constancia documental de una peste en 1476 coincidiendo con la sublevación contra el
marqué de Villena, agitada por Isabel y Fernando (citada en la leyenda como la Rebelión de
las Cinco Campanadas), la primera noticia de la iglesia data del 30 de julio de
1490. Alrededor de la ermita nació la pedanía. El voto de marzo se remota al
día 25 de ese mes del año 1624, cuando las autoridades y vecinos de Villena
juraron defender, enseñar y predicar la
Pura y Limpia Concepción de María, adelantándose 230 años a su denición
dogmática. Destruida por los milicianos del Frente Popular durante la Gran
Persecución española -que trocaron el topónimo de las Virtudes por Villa
Progreso y otras chaladuras del mismo calibre- la talla actual es de 1939, obra
del escultor local Antonio Navarro Santafé (1906-1983).
Su fiesta es desde
antiguo el 8 de septiembre, y allí iban en romería cumpliendo el voto de la
peste; pero desde 1866 es trasladada a la ciudad el 5 de septiembre, donde
permanece hasta el 9. El santuario y monasterio está a unos 7 km. de la ciudad,
y, aunque conserva bajo la cripta del camarín restos de la ermita medieval, en
su iglesia de tres naves predominan el último gótico (1581), renacimiento y
barroco, en los estucos y pinturas del camarín (S. XVIII). Al primitivo ermitaño le
sucedió el 20 de diciembre de 1526 la orden de san Agustín, que tuvo aquí
cenobio hasta el atropello desamortizador de 1835. La imagen original fue
coronada canónicamente el año 1923, la nueva en 1954.
«Nigra sum»
[Soy morena...] es una expresión tomada del Cantar de los cantares (1,5) que la
liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes negras.