Llegamos a final del Año 2017 y damos la
bienvenida a 2018. D. Reyes Rodríguez, Arcipreste del Arciprestazgo de Villena,
nos ofrece seguidamente una interesante reflexión sobre la festividad del día 1
de enero.
"Dios le ensalzó y le dio un nombre que está por encima de todo nombre, para que ante el nombre de Jesús toda rodilla se doblegue, de los que moran en los cielos, en la tierra y en los infiernos" . Eso dice la Biblia acerca del nombre de Jesús. Es, efectivamente, en la onomástica cristiana, el nombre con mayor peso específico. Procede del hebreo Yehosuá, que significa "Salvador". Es el nombre que le pusieron en la ceremonia de la circuncisión, que era la que equivale a nuestro bautizo. Pero la Biblia le asigna el sobrenombre de "Emanuel", también hebreo, que significa "Dios entre nosotros", indicando que ésta es la mayor bendición de que pueden gozar quienes tienen la fortuna de vivir con él. Un nombre, ciertamente, al que es difícil añadirle más belleza y grandeza. Manuel y Manuela (familiar, Manolo y Manola) abunda tanto en Andalucía porque así bautizaban allí a sus hijos e hijas muchos de los moros y judíos conversos, para manifestar de forma pública el testimonio sincero de su conversión. Fue la integración de moros y judíos lo que dio al nombre de Manuel la importancia y la extensión que tiene.
Encontraron a María y a José y al niño. Al
cumplirse los ocho días, le pusieron por nombre Jesús