sábado, 15 de abril de 2017

Reflexión de D. Efrém Mira Pina. SÁBADO SANTO.

Hoy la Iglesia permanece junto al sepulcro por eso no celebra la Eucaristía, por eso no hay lecturas
Reflexión:
        Es día para profundizar, para contemplar su pasión, su muerte y su descenso al lugar de los muertos mientras esperamos su resurrección.
         Estamos sufriendo la ausencia del amado o mejor dicho del amor. Es día de dolor, de soledad, de esperanza. El Verbo, la Palabra, permanece en silencio. Después de su último grito de la cruz “¿por qué me has abandonado?”  ahora calla en el sepulcro: “todo se ha cumplido”. Y en este silencio, es la Cruz la que habla como plenitud de amor.
         Verdaderamente, si no viéramos el final de esta historia nos hundiríamos en el desaliento “nosotros esperábamos… “, decían los discípulos de Emaús.
         Es un día para meditar, Cristo está en el sepulcro, ha bajado al lugar de los muertos, a lo más profundo a donde puede bajar una persona. Y junto a Él, con María, estamos nosotros a la espera. Jesús muerto (Viernes), sepultado (Sábado) y resucitado (Domingo) Tres momentos de un único misterio: Triduo Pascual
         Cristo por nosotros se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, ha experimentado también el estado de separación entre su alma y su cuerpo, durante el tiempo comprendido entre el momento en que entregó el Espíritu y el momento en que resucitó.
         Esta noche será distinta a todas las demás, porque, será la noche de la vida la noche del cumplimiento de todas sus promesas de amor a la humanidad. Mantengamos la esperanza. Porque la “Esperanza” no defrauda.

Efrém Mira Pina
Viceconsiliario Nacional MCC España