lunes, 30 de enero de 2017

XXV Jornada Mundial del Enfermo 11 de febrero de 2017. Carta del Obispo

Jornada Mundial del Enfermo 
El Santo Padre, papa Francisco, nos convoca el día 11 de febrero, festividad de Ntra. Sra. de Lourdes a celebrar la XXV Jornada Mundial del Enfermo, bajo el lema: «El asombro ante las obras que Dios realiza: El Poderoso ha hecho grandes obras por mí’…» (L 1,49). En su Mensaje para este Año, con motivo de dicha Jornada, la considera a ésta, «ocasión para prestar especial atención a la situación de los enfermos y de todos los que sufren en general» y también, «una llamada dirigida a los que se entregan en su favor, comenzando por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios, para que den gracias por la vocación que el Señor les ha dado
de acompañar a los hermanos enfermos».

Señalando que «además, esta celebración renueva en la Iglesia la fuerza espiritual para realizar de la mejor manera esa parte esencial de su misión que incluye el servicio a los últimos, a los enfermos, que los que sufren, a los excluidos y marginados». También yo deseo situarme como el Papa junto a la Gruta de Massabielle, ante la imagen de Ntra. Sra., «en la que el Poderoso ha hecho cosas grandes», deseo situarme en ese lugar privilegiado de oración y de gracia al que cada año peregrinamos la Diócesis de Orihuela-Alicante en la preciosa realidad que es nuestra Hospitalidad Diocesana de Lourdes, una gran familia de enfermos y voluntarios, procedentes de toda la geografía diocesana y que, heredera de un pasado fecundo, está creciendo estos años desde un renovado entusiasmo por la Virgen y nuestros enfermos. Espiritualmente desde allí y junto a ellos y los miembros de la Pastoral de la salud de la diócesis, sobre todo junto a María Inmaculada, expreso mi cercanía a todos los enfermos, a cuantos vivís la experiencia del dolor y el sufrimiento, así como a vuestras familias; expreso la gratitud más profunda hacia todos lo que habéis consagrado la vida a cuidar y a curar a los demás. 

¡Qué vocación tan hermosa la vuestra!: médicos, enfermeros, capellanes de Hospital, personal sanitario en general, junto a voluntarios y familiares. Que María os conceda a todos la gracia de amar a Dios y a los hermanos en la experiencia del dolor y la enfermedad. Como nos recuerda papa Francisco, en el Mensaje del que me hago eco, al igual que «santa Bernardette estamos bajo la mirada de María… Bernardette, pobre, analfabeta y enferma, se siente mirada por María como persona… después de haber estado en la Gruta y gracias a la oración, transforma su fragilidad en apoyo para los demás, gracias al amor se hace capaz de enriquecer a su prójimo y, sobre todo, de ofrecer su vida por la salvación de la humanidad». «Pidamos, pues, a la Inmaculada Concepción la gracia de saber ver siempre al enfermo como una persona que, ciertamente, necesita ayuda, a veces incluso para las cosas más básicas, pero que también lleva consigo un don que compartir con los demás».

 Con ocasión de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, junto con el Santo Padre, deseo renovar la cercanía y valoración de nuestra Iglesia Diocesana a los médicos y enfermeros, a los voluntarios, capellanes de Hospitales y personas consagradas que sirven a los enfermos y hermanos en necesidad, a las Instituciones Civiles y servicios Diocesanos, a los miembros de la Pastoral de la Salud en nuestras Parroquias, a las familias que con amor, paciencia y abnegación cuidan a sus familiares enfermos. Sed signos de la ternura de Dios.

 Sentid que ocupáis un lugar de privilegio en la vida y acción de la Iglesia y en el corazón de Dios. También con ocasión de esta Jornada, además de enviaros un abrazo fraternal y mi oración, os recuerdo que tenemos en el Calendario Diocesano dos momentos que podéis sentirlos muy cercanos a todos vosotros y, por tanto, sentiros invitados a ellos: El Encuentro Diocesano de Pastoral de la Salud, que prepara el Secretariado Diocesano, el domingo 4 de junio, y la Peregrinación Diocesana a Lourdes, que organiza nuestra Hospitalidad, del 7 al 11 de julio. Mi oración constante por todos vosotros y mi bendición. X 

Jesús Murgui Soriano. Obispo de Orihuela-Alicante