Jornada Mundial del Enfermo |
El Santo Padre, papa Francisco, nos convoca el
día 11 de febrero, festividad de Ntra. Sra. de
Lourdes a celebrar la XXV Jornada Mundial del
Enfermo, bajo el lema: «El asombro ante las
obras que Dios realiza: El Poderoso ha hecho
grandes obras por mí’…» (L 1,49).
En su Mensaje para este Año, con motivo de
dicha Jornada, la considera a ésta, «ocasión
para prestar especial atención a la situación
de los enfermos y de todos los que sufren en
general» y también, «una llamada dirigida a
los que se entregan en su favor, comenzando
por sus familiares, los agentes sanitarios y voluntarios,
para que den gracias por la vocación
que el Señor les ha dado
de acompañar a los
hermanos enfermos».
Señalando que «además,
esta celebración renueva en la Iglesia la
fuerza espiritual para realizar de la mejor manera
esa parte esencial de su misión que incluye
el servicio a los últimos, a los enfermos, que los que sufren, a los excluidos y marginados».
También yo deseo situarme como el Papa junto a
la Gruta de Massabielle, ante la imagen de Ntra.
Sra., «en la que el Poderoso ha hecho cosas grandes»,
deseo situarme en ese lugar privilegiado de
oración y de gracia al que cada año peregrinamos
la Diócesis de Orihuela-Alicante en la preciosa
realidad que es nuestra Hospitalidad Diocesana
de Lourdes, una gran familia de enfermos y voluntarios,
procedentes de toda la geografía diocesana
y que, heredera de un pasado fecundo,
está creciendo estos años desde un renovado entusiasmo
por la Virgen y nuestros enfermos.
Espiritualmente desde allí y junto a ellos y los
miembros de la Pastoral de la salud de la diócesis,
sobre todo junto a María Inmaculada, expreso mi
cercanía a todos los enfermos, a cuantos vivís la
experiencia del dolor y el sufrimiento, así como
a vuestras familias; expreso la gratitud más profunda
hacia todos lo que habéis consagrado la
vida a cuidar y a curar a los demás.
¡Qué vocación
tan hermosa la vuestra!: médicos, enfermeros, capellanes
de Hospital, personal sanitario en general,
junto a voluntarios y familiares. Que María os
conceda a todos la gracia de amar a Dios y a los
hermanos en la experiencia del dolor y la enfermedad.
Como nos recuerda papa Francisco, en el Mensaje
del que me hago eco, al igual que «santa Bernardette
estamos bajo la mirada de María… Bernardette,
pobre, analfabeta y enferma, se siente
mirada por María como persona… después de
haber estado en la Gruta y gracias a la oración,
transforma su fragilidad en apoyo para los demás,
gracias al amor se hace capaz de enriquecer a su prójimo y, sobre todo, de ofrecer su vida por
la salvación de la humanidad». «Pidamos, pues, a
la Inmaculada Concepción la gracia de saber ver
siempre al enfermo como una persona que, ciertamente,
necesita ayuda, a veces incluso para las
cosas más básicas, pero que también lleva consigo
un don que compartir con los demás».
Con ocasión de la XXV Jornada Mundial del Enfermo,
junto con el Santo Padre, deseo renovar la
cercanía y valoración de nuestra Iglesia Diocesana
a los médicos y enfermeros, a los voluntarios,
capellanes de Hospitales y personas consagradas
que sirven a los enfermos y hermanos en necesidad,
a las Instituciones Civiles y servicios Diocesanos,
a los miembros de la Pastoral de la Salud en
nuestras Parroquias, a las familias que con amor,
paciencia y abnegación cuidan a sus familiares
enfermos. Sed signos de la ternura de Dios.
Sentid
que ocupáis un lugar de privilegio en la vida y
acción de la Iglesia y en el corazón de Dios.
También con ocasión de esta Jornada, además de
enviaros un abrazo fraternal y mi oración, os recuerdo
que tenemos en el Calendario Diocesano
dos momentos que podéis sentirlos muy cercanos
a todos vosotros y, por tanto, sentiros invitados
a ellos: El Encuentro Diocesano de Pastoral de
la Salud, que prepara el Secretariado Diocesano,
el domingo 4 de junio, y la Peregrinación Diocesana
a Lourdes, que organiza nuestra Hospitalidad,
del 7 al 11 de julio.
Mi oración constante por todos vosotros y mi
bendición.
X
Jesús Murgui Soriano.
Obispo de Orihuela-Alicante