Estimados vecinos de nuestra Ciudad (en español se incluye a toda la ciudadanía, hombres y mujeres, niños y ancianos), este será el último año en que podamos contemplar nuestra entrañable hoguera de San Antón tal y como la estamos contemplando en estos años. Ocurrió lo mismo el año en que una decisión política nos arrebató a la ciudadanía una plaza pública antiquísima y la convirtió en el patio trasero de un edificio monolítico en medio de un barrio medieval obligando a trasladarla a la ubicación actual. Esta vez nuestra plaza de Pascual Domenech sufrirá una importante remodelación que la ajardinará y la nivelará y esperemos que el espacio diáfano que nos dejen en el centro nos permita continuar con esta tradición en medio de la modernidad.
No será la única transformación que veamos este año en nuestro casco histórico; poco después del ajardinamiento de la plaza veremos cómo se acometerá el arreglo del alcantarillado, también medieval, de la calle Mayor y su readoquinado (¿será el definitivo?) y el arreglo de la antiquísima calle de San Antón, eje vertebral de la Ciudad medieval al estilo de ordenación urbana del antiguo imperio romano, con su Decumanus Maximus de dirección este-oeste que correspondería a nuestra calle Mayor, desde la Plaza Mayor hasta la plaza de Santiago (o sea, intramuros), y el Cardus Maximus de dirección norte-sur al que correspondería nuestra calle de San Antón.
Arreglos muy necesarios y esperados por el vecindario y esperamos que no sean los últimos que se realicen en nuestro Casco Histórico, tan necesitado de rehabilitación y acondicionamiento para ponerlo en valor y utilidad para todos los ciudadanos en general.
Esperemos que así sea Ad Maiorem Dei Gloriam Felices Fiestas de San Antón.
José Antonio Esquembre Bebia - Presidente A.VV. Barrio de San Antón