Miércoles de la 6ª semana de Pascua
Juan 16,12-15
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Muchas cosas me quedan
por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él,
el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que
hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está
por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá
comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que
toma de lo mío y os lo anunciará.»
Reflexión
Nos queda mucho por aprender y, más todavía, por vivenciar. Los
discípulos, como nosotros, habían oído a Jesús muchas cosas y todas
buenas, pero cuando estaba a punto de entregar su vida, les dice que no
se lo ha dicho todo “porque no podéis cargar con ello por ahora”.
Nosotros, sus discípulos hoy, tampoco podemos “cargar” con todo en todos
los momentos. Por eso, encarga al Espíritu Santo, el Espíritu de la
Verdad, este cometido.
La enseñanza que Jesús nos dice que él Espíritu nos enseñará, no
son nuevas verdades, sino que “nos guiará hasta la verdad plena, es
decir hasta Jesús. Pablo, como muchos otros muchos después sin haber
conocido a Jesús, dio testimonio de Jesús, movido por el Espíritu Santo,
como si hubiera estado con Jesús desde el principio: “El Espíritu de la
verdad que yo os enviaré… él dará testimonio sobre mí. Vosotros mismos
seréis mis testigos”. Hemos de ser testigos, como Pablo, para recordar a
todos el mensaje de Jesús que, previamente, hemos acogido y vivido. Y,
con la complicidad del Espíritu Santo, nuestro testimonio como el suyo
será fiable y veraz.
Es el tiempo del Espíritu Santo, el que nos va guiando hasta la
Verdad plena, para ello tenemos que estar abiertos a su Don, buscar la
Palabra de Dios con el mismo Espíritu con que se escribió, estar atentos
a su inspiración. El Espíritu nos ayuda a encontrar el mensaje de Amor
transmitido a lo largo de toda la Escritura, es el mismo que actuó y
habló por los profetas, el que sigue actuando en la Iglesia para que, a
través de la historia, pueda vivir y comunicar, de acuerdo al devenir
del tiempo, el único mensaje salvador. Él, nos ayuda a penetrar en la
verdad de Cristo revelada a sus apóstoles, Jesús lo prometió:” El
Paráclito os recordará todo lo que yo os he enseñado” confiemos
plenamente en Él, y sin miedo vivamos la aventura de llevar la Alegría
del Evangelio. Buenos días.
Efrém Mira Pina.
Párroco de Santa María.