jueves, 6 de abril de 2017

REFLEXIÓN D. EFRÉM MIRA PINA. VIERNES DE DOLORES

Juan 10,31-42
Fotografía concurso pasado año.
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: – «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?» Los judíos le contestaron: – «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.» Jesús les replicó: – «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: Sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.» Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: – «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.» Y muchos creyeron en él allí.
Reflexión:
Nuestro Viernes Santo lo celebraremos dentro de una semana. Pero, Jesús comenzó a vivirlo bastante antes. El evangelio de hoy lo muestra y, a pesar de todo, Jesús, aparentemente ajeno a su situación, paseaba por los atrios del Templo. es impresionante la paz y serenidad de Jesús incluso cuando ”los judíos agarraron piedras para apedrearlo”. Su secreto estaba precisamente en lo que le acusaban sus enemigos: en la relación con su Padre. En que “el Padre está en mí y yo en el Padre”. “Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?” Nada ni nadie le quitarán la paz a Jesús, porque sabe que su Padre aprueba y bendice lo que, en su nombre hace.
Jesús nos mostró el rostro de su Padre. Y lo que nos dijo sigue siendo el mejor decir. Pero, además de decir, Jesús hizo. “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras”.
Y, a pesar de las piedras de entonces y de nuestras piedras de hoy, “muchos creyeron en él”. Y muchos seguimos apostando por él, como aquéllos. Pero lo verdaderamente importante, lo decisivo no es eso; es que él sigue apostando por nosotros. y lo celebraremos durante esta semana. Buenos días.
Efrém Mira Pina
Viceconsiliario Nacional MCC España